AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH...

Lo siento, necesitaba gritar en alguna parte.

Siempre he creído que todos necesitamos un lugar de escape. Por lo menos yo siempre lo necesité. Tengo recuerdos desde siempre de haber querido abandonar mis crisis adolescentes y correr a un lugar que sintiera propio. Hoy creo que encontré mi lugar: y aunque me he equivocado mucho tiempo diciendo "Oh, me quiero ir a Argentina", "Oh, Buenos Aires", hoy entendí que mi  lugar se reduce mucho más: Av. Corrientes. 

Es como se respira, como se mira. 

Muchos me dicen "Ya, supéralo. Fuiste, volviste, estás aquí y punto", pero no se trata de una obsesión o un amor tormentoso al cual superar. Es que cuando encuentras un lugar en el que puedes dormir tranquila, donde no hay problemas en tu espalda, un lugar en con el que sientes esa conexión que te hace dudar si en otra vida naciste ahí, ese día sabes que tu vida no seguirá igual. Es que es imposible sentirte tan en casa estando tan lejos y olvidarlo así como así.

Podría hablarles horas de mi paso por esta ciudad, pero siento que hay millones de páginas que lo describen. Solo quiero compartir mi gran hallazgo, mi lugar.

Av. Corrientes, 12-09-2012. NIKON D3000